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España quiere dejar de fumar


En España se producen más de 50.000 muertes al año a causa del tabaquismo, de las que unas 1.500 son de fumadores pasivos.
En España se producen más de 50.000 muertes al año a causa del tabaquismo, de las que unas 1.500 son de fumadores pasivos.

El último paraíso de los fumadores en Europa está a punto de desaparecer si el parlamento aprueba una ley antitabaco para bares y restaurantes.

El parlamento español tiene previsto aprobar una reforma de la ley antitabaco que prohibirá fumar en bares, restaurantes y cualquier espacio público cerrado.

De esta forma, España pasa de ser uno de los países más permisivos con el consumo de tabaco a tener una de las legislaciones más restrictivas de Europa.

"Tenemos que ser civilizados", dijo Angel Peña, de 53 años, un fumador que sin embargo comparte el espíritu de la normativa. "Nadie tiene por qué aguantar nuestros malos humos".

La ley, que entrará en vigor el 2 de enero, ha chocado con una fuerte oposición de los hosteleros, que entienden que la prohibición vaciará los locales de ocio, estrangulando unos negocios muy golpeados por la crisis económica.

Un argumento rechazado por el gobierno socialista, que considera el destierro del tabaco una mera cuestión de salud pública.

Tras un largo trámite parlamentario, la ley supone un paso importante en un país en el que el 30% de la población se declara fumadora. La prohibición del tabaco alcanzará a bares, discotecas, casinos, salas de juegos, restaurantes y algunos espacios abiertos como parques infantiles y alrededores de escuelas o centros hospitalarios.

Los hoteles, por su parte, podrán reservar un 30% de sus habitaciones para fumadores.

La ley también permite el consumo de tabaco en las terrazas al aire libre de los bares, muy habituales en un país que goza de buena temperatura durante gran parte del año.

La Federación Española de Hostelería aseguró que este nuevo paso hacia la prohibición total acarrearía la pérdida de unos 140.000 puestos de trabajo, debido al descenso de ingresos en un país de tradición fumadora y una oferta turística que explota el ocio diurno y nocturno.

Pero el ejecutivo no ha reculado y asegura que el impacto de la nueva ley en la hostelería será limitado y que la gente seguirá acudiendo a los bares. En ese sentido, el Partido Socialista recordó que en España se producen más de 50.000 muertes al año a causa del tabaquismo, de las que unas 1.500 son de fumadores pasivos.

"No veo el momento de que entré en vigor la ley", explicó Elizabeth Torres, una camarera de 33 años no fumadora. "Llevo seis años trabajando en la hostelería. No fumo y se hace muy molesto aguantar el humo de los demás".

"Lo he pasado mal, el bar no tiene buena ventilación y para los que no fumamos el aire se hace irrespirable", añadió.

Pero el debate está en la calle y no todos están de acuerdo. "Veo bastante mal que se prohíba fumar en los bares", afirmó Rufino Escobar, un fumador de 27 años. "Para mí, un bar no es un sitio público. Es un negocio privado en el que los dueños deberían tener derecho a elegir".

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