En Argentina, una importante tecnología está mejorando radicalmente la vida de niños con enfermedades neurológicas, ayudándoles a entrar en comunicación con las personas a su alrededor.
Sheila Levi y su hijo, Ian se comunican a través de Tobii.
El pequeño de siete años de edad sufre de encefalitis crónica, que afecta el lenguaje y destrezas motoras, impidiéndole comunicarse a través del lenguaje.
Sin embargo, esta computadora sueca, Tobii, que rastrea sus pupilas, le da a Ian una voz, permitiéndole comunicarse con el mundo a su alrededor, al escoger oraciones y objetos en la pantalla, a través de los movimientos de sus ojos.
Una guiñada es suficiente como para charlar con su madre, escribir una oración o jugar un juego.
El neurólogo pediátrico, doctor Claudio Waisburg, del Instituto de neurología Cognitiva de Buenos Aires, dice que estas nuevas tecnologías traen consigo un nuevo entendimiento de cómo trabaja el cerebro humano.
Levi y la organización que formó presentaron ante el parlamento argentino, una resolución que asegure que cada niño, no importa su impedimento, pueda utilizar instrumentos como Tobii, sufragados por seguros médicos.
