Tal parece que el mismo candidato republicano disfruta con los rumores, previsiones y expectativas que se han generado en torno a su compañero de equipo y la baraja aún sigue siendo amplia.
A todos se les ha realizado perfil, análisis e investigación sobre sus antecedentes políticos, culturales, escolares, psicológicos e incluso conyugales, para evitar que puedan afectar la candidatura republicana con un escándalo.
Entre los mencionados se mantienen el exgobernador de Minnesota, Tim Pawlenty; el senador por Ohio, Rob Portman; el gobernador de Louisiana, Bobby Jindal; el gobernador Chris Christie, de Nueva Jersey y el congresista Paul Ryan.
Sin embargo algunos especulan que la carta ganadora podría ser un hispano, donde entra como gran favorito el senador por Florida Marco Rubio; el gobernador de Nevada, Brian Sandoval; y la gobernadora de Nuevo México, Susana Martínez.
No obstante, un sondeo realizado por Miami Herald, El Nuevo Herald, Tampa Bay Times y Bay News 9, revela que Romney podría ganar al Estado de Florida sin Rubio. Los resultados arrojan un empate entre Romney y el presidente Obama, quien lo aventaja 46 a 45% en la Florida. Con Rubio en la fórmula, las cifras se invierten, y Romney obtiene 46% y Obama 45%.
Según afirmó Eric Fehrnstrom, asesor principal del Partido Republicano, a través de un comunicado “podría haber un anuncio en cualquier momento entre ahora y la Convención, pero eso sólo pasará después de que una decisión haya sido tomada y ninguna decisión ha sido tomada”.
En las elecciones presidenciales del 2008, de los 19 millones de hispanos registrados para votar, 10.2 millones salieron a las urnas. Para los comicios del 2012, se espera que de los 21 millones registrados participen 12.2 millones.