Decenas de miles de egipcios se concentraron este martes en la Plaza Tahrir de El Cairo para protestar contra el presidente Mohamed Morsi horas después de qué el mandatario dijo a los altos magistrados egipcios que piensa mantener partes del decreto que le confiere amplios poderes.
Un hombre de 52 años ha muerto en las protestas tras sufrir de asfixia por los gases lacrimógenos lanzados por la policía para contener las manifestaciones, y ya suman al menos dos las víctimas fatales desde que Morsi emitió el decreto presidencial.
Los manifestantes, que se lanzaron en masa a la plaza durante la Primavera Árabe egipcia en enero del año pasado han vuelto a salir a las calles esta vez para pedir la salida de Morsi del poder coreando “el pueblo quiere derribar al régimen” y “no queremos una nueva dictadura”.
Por temor a choques violentos entre los manifestantes de un bando y otro, los Hermanos Musulmanes, que auparon a Morsi al poder, y otros grupos islamistas cancelaron demostraciones paralelas que habían previsto llevar a cabo en la plaza en apoyo al decreto.
Desde la rebelión popular que derrocó a Mubarak y después de que Morsi asumió como presidente en junio pasado, no se había visto una multitud tan grande en la plaza convocada por otras fuerzas políticas que no fuesen los partidos islamistas e integrada mayoritariamente por jóvenes y mujeres.
En la protesta tomaron parte personalidades como el Premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, el excandidato presidencial Hamdin Sabahi y el famoso escritor egipcio Alaa el Aswany.
Además de en la capital, el decreto de Morsi, que blinda sus decisiones ante la Justicia, ha destapado una ola de manifestaciones en todo el país con asaltos a las sedes del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes.
Un hombre de 52 años ha muerto en las protestas tras sufrir de asfixia por los gases lacrimógenos lanzados por la policía para contener las manifestaciones, y ya suman al menos dos las víctimas fatales desde que Morsi emitió el decreto presidencial.
Los manifestantes, que se lanzaron en masa a la plaza durante la Primavera Árabe egipcia en enero del año pasado han vuelto a salir a las calles esta vez para pedir la salida de Morsi del poder coreando “el pueblo quiere derribar al régimen” y “no queremos una nueva dictadura”.
Por temor a choques violentos entre los manifestantes de un bando y otro, los Hermanos Musulmanes, que auparon a Morsi al poder, y otros grupos islamistas cancelaron demostraciones paralelas que habían previsto llevar a cabo en la plaza en apoyo al decreto.
Desde la rebelión popular que derrocó a Mubarak y después de que Morsi asumió como presidente en junio pasado, no se había visto una multitud tan grande en la plaza convocada por otras fuerzas políticas que no fuesen los partidos islamistas e integrada mayoritariamente por jóvenes y mujeres.
En la protesta tomaron parte personalidades como el Premio Nobel de la Paz Mohamed el Baradei, el excandidato presidencial Hamdin Sabahi y el famoso escritor egipcio Alaa el Aswany.
Además de en la capital, el decreto de Morsi, que blinda sus decisiones ante la Justicia, ha destapado una ola de manifestaciones en todo el país con asaltos a las sedes del Partido Libertad y Justicia (PLJ), brazo político de los Hermanos Musulmanes.
