El mexicano Manuel Osorio Arellanes, del estado de Sinaloa, es el único convicto por la muerte del agente Brian Terry cerca de la frontera entre México y Arizona.
El hecho ocurrió al norte de la ciudad de Nogales cuando Osorio Arellanes y otros cuatro individuos acusados de robar a traficantes de marihuana cruzaron la frontera y se enfrascaron una balacera con Terry y otros tres agentes estadounidenses.
Osorio Arellanes, herido en el tiroteo, fue el único arrestado ese día. Los otros cuatro sospechosos huyeron a México, donde luego las autoridades mexicanas detuvieron a dos y los otros siguen fugitivos.
El incidente puso de relieve el fracaso de la llamada Operación Rápido y Furioso, que consistió en traficar armamento para seguirle la pista hasta los carteles de la droga en México. Dos fusiles hallados en el lugar del crimen resultaron ser parte de esas armas.