La ampliación del paso limítrofe busca reducir la aglomeración de vehículos a ambos lados de la frontera acelerando la circulación y a la par permitir que los agentes de aduanas lleven a cabo revisiones más minuciosas durante el cruce.
El presidente de México, Felipe Calderón, inspeccionó una caseta de revisión y dijo que los viajeros pueden esperar un viaje tranquilo a pesar de los desvíos mientras se realizan las obras, para las que se han hecho pruebas desde el pasado 24 de octubre.
Según Calderón, la expansión que en lo que toca a México ha tenido un costo de más de $76 millones de dólares, reducirá el tiempo de espera durante el cruce.
Por San Ysidro pasan diariamente en ambas direcciones cerca de 35 mil vehículos, y el tiempo de espera normal hasta ahora ha sido de unas dos horas como resultado de revisiones más rigurosas tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU.