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EE.UU. y Europa en busca del libre comercio


El jefe de los negociadores europeos, Ignacio García Bercero (izq.) y el de los estadounidenses, Dan Mullaney, en Bruselas.
El jefe de los negociadores europeos, Ignacio García Bercero (izq.) y el de los estadounidenses, Dan Mullaney, en Bruselas.

Los obstáculos aún por sortear para crear un bloque económico trasatlántico son grandes pero los beneficios para los estadounidenses y europeos según expertos son mucho mayores.

Negociadores estadounidenses y europeos retomaron esta semana en Bruselas las discusiones en busca de un acuerdo tentativo para liberalizar el comercio, un paso que daría un vuelco de 180 grados a la economía mundial.

Expertos europeos destacan que las relaciones comerciales entre EE.UU. y los países de la Unión Europea (UE) ya representan el mayor volumen de intercambios comerciales del mundo, equivalentes a más de $2.600 millones de dólares diarios.

Pero remover las barreras que obstruyen el libre intercambio de productos y bienes a un lado y otro del Atlántico no solo peca de ser una tarea difícil por razones técnicas sino que por motivos políticos resulta ser además extremadamente complicada.

Las negociaciones de esta semana tuvieron como telón de fondo los exaltados resquemores de la UE por el alegado espionaje electrónico de EE.UU. en el viejo continente, incluido el caso de la jefa de gobierno alamana, la canciller Ángela Merkel.

Funcionarios de ambas partes aseguran que un acuerdo de libre comercio trasatlántico crearía empleos y estimularía enormemente el crecimiento económico de ambos mercados, que representan casi la mitad de la producción mundial.

Aunque ni EE.UU. ni Europa se han recuperado del todo de la más reciente recesión, el monto de los intercambios bilaterales de bienes y servicios totalizaron el año pasado $1,08 billones de dólares.

Según un estudio, una zona de libre comercio trasatlántica fomentaría la creación de 750 mil nuevos empleos en EE.UU.

Por su parte, la Comisión Europea estima que incorporaría alrededor de $161.000 millones de dólares anuales y cientos de miles de puestos de trabajo a la economía del bloque integrado por 28 naciones.

Por lo pronto, EE.UU. se ha mostrado interesado en contar con la participación de empresas europeas en importantes proyectos de infraestructura durante la próxima década por valor de $150.000 millones de dólares.

Aunque aún queda mucha tela por donde cortar, si EE.UU. y las naciones de la UE quieren seguir siendo económicamente competitivos a la vuelta de pocos años, de alguna manera tendrían que asociarse.

Los negociadores volverán a reunirse el mes próximo en Washington, y la expectativa de los europeos es que para el año entrante pueda anunciarse algún acuerdo, aunque sea parcial.
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