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Texas se transforma por hispanos


La población del estado creció de forma astronómica durante la última década y los hispanos son el segmento de más rápido crecimiento.

Los recientes datos difundidos por la oficina del censo de EE.UU. muestran que la población hispana aumentó significativamente en 2010, un crecimiento que fue particularmente insuperable en el suroeste de Texas, que además fue el estado con mayor incremento general de población durante la última década.

En los últimos cuatro años, bajo la presidencia de Laura Murillo, la Cámara de Comercio Hispana de Houston, experimentó el 600 por ciento de aumento de su membresía.

Según Murillo, muchos negocios empezaron a ver la ventaja de contratar en el estado a hispanos que podían ayudarlos a establecer nexos con Latinoamérica.

“Nuestra Cámara de Comercio, por ejemplo, ha atraído a muchos patrocinadores que tradicionalmente iban a Miami o a Los Angeles. Ahora vienen a Houston porque han descubierto que la economía de esta ciudad es mucho más fuerte que la de otras partes del país”, dijo.

El sociólogo Steve Murdock, de la Universidad Rice, destacó que el futuro de Texas depende de los hispanos porque ellos son el segmento de población de más rápido crecimiento en el estado. “El 65 por ciento del crecimiento (de la población) en Texas corresponde a los hispanos”, sañaló.

Muy pocos condados en Texas muestran un crecimiento de la población anglo, y aunque los hispanos han aumentado también en número en otros estados, Murdock recalcó que la mayoría de ellos en Texas no son inmigrantes, sino que provienen de familias que han estado allí durante generaciones.

El único problema según el sociólogo es que las minorías en Texas, especialmente los hispanos, tienden a tener menor instrucción y cuentan con más bajos ingresos que el promedio de los blancos no hispanos.

“Lo normal en un hispano hombre, de 25 a 29 años, es que posea un nivel de instrucción por debajo del último grado de secundaria superior y gane unos $35.000 al año, o sea, unos $3.000 menos, en términos reales, que entre 1999 y 2009”, dijo Murdock.

A su juicio si logra vencerse ese reto “podríamos tener una población más joven que la que hay en otras partes del país, en un momento en que el envejecimiento de la población va camino de ser un problema mayor”.

Laura Murillo piensa igualmente que la educación de los jóvenes hispanos va a ser clave en el futuro de Texas, que al decir de ella “será el modelo a seguir para el resto de los estados del país”.

También la ejecutiva de banco Michelle Hitchings, que creció en un hogar mexicano-americano, considera que la educación es la mejor inversión que el estado puede hacer.

Para Hitchings es un “enorme error” la forma en que los políticos en Austin, la capital de Texas, están haciendo frente a un déficit de más de $20.000 millones de dólares, porque en lugar de expandir los programas educacionales están recortando algunos de ellos.

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