El domingo se reanudaron las conversaciones en búsqueda de un contrato que proteja a los empleados de posibles despidos. Los llamados “inconformes” señalan que sin un contrato desde hace casi dos años están expuestos a una serie de violaciones laborales e incluso podrían perder sus puestos de trabajo.
Por su parte la Asociación de Empleadores Portuarios de Los Angeles/Long Beach, que representa a 14 empresas navieras y operadores de terminales, rechazó que planeen despedir a algún trabajador.
"Ellos están demandando que reemplacemos puestos de trabajo que han quedado vacantes por trabajadores retirados o trabajadores que han abandonado el mercado laboral. Estos pedidos son irrazonables”, dijo Stephen Berry, portavoz de la Asociación de Empleadores.
La paralización de actividades ha retrasado drásticamente la actividad en el complejo portuario de mayor tráfico de carga y descarga del país porque los estibadores se niegan a cruzar los bloques de los huelguistas sindicalizados.
La asociación dijo que ha ofrecido seguridad vitalicia de empleo a los alrededor de 600 empleados administrativos de tiempo completo.