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Sin apoyo EE.UU. en cumbre climática


La ministra de Cooperación Internacional sudafricana Maite Nkoana Mashabane preside la cumbre.
La ministra de Cooperación Internacional sudafricana Maite Nkoana Mashabane preside la cumbre.

La idea de EE.UU. de promover nuevas formas de financiar proyectos contra el cambio climático no es bien acogida en la cumbre de Durban.

El objetivo principal de Estados Unidos en la XVII Cumbre de la ONU sobre el Cambio Climático (COP17) que se celebra en Durban, Sudáfrica, ha sido promover nuevos sistemas para financiar proyectos con la finalidad de combatir o mitigar los efectos del cambio climático.

Sin embargo, la posición estadounidense no ha sido bien recibida en la COP17, que entre los más importantes asuntos sometidos a consideración este año discute la implementación del llamado el Fondo Verde para el Clima (FVC).

La idea, acordada en la cumbre previa efectuada en Cancún, México, consiste en recaudar fondos para ayudar a las naciones en desarrollo a reducir las emisiones y adaptarse a los efectos adversos del cambio climático.

La mayoría de los países en el comité que designó el FVC acordaron los términos para obtener esos fondos durante una reunión en octubre, con excepción de Estados Unidos y Arabia Saudita, que pusieron objeciones.

El vicedelegado de EE.UU. a la conferencia, Jonathan Pershing, dijo que uno de los asuntos importantes para su país es ver cómo será financiado el Fondo.

Según Pershing, uno de los asuntos realmente importantes en cuanto a esa financiación serán las inversiónes del sector privado. “Por el momento, no está funcionando tan bien como podría. Creemos que algunos cambios en el lenguaje podrían abrir una puerta al financiamiento a gran escala tal y como nos gustaría ver”, dijo.

El FVC sería el componente principal del acuerdo alcanzado en Cancún a fin de recaudar $100.000 millones de dólares para el año 2020 con vista a financiar proyectos climáticos.

En su versión actual, el FVC ya permite la inversión del sector privado, pero a algunos grupos les preocupa que abrir una “ventana específica" al sector privado pueda ocasionar problemas.

Sasanka Thilikasiri, asesora de política internacional del grupo de asistencia humanitaria Oxfam, dijo que es importante que las firmas privadas tengan que rendir cuentas.

“El sector privado tiene un papel que jugar, no nos equivoquemos, ellos tienen una increíble cantidad de capital que pueden invertir de inmediato. Pero hay que invertirlo correctamente, y esa es la preocupación”, señaló.

La asesora añadió que si se concede al sector privado una “ventana específica” eso significa que tendrá acceso directo a ciertos proyectos, y es absolutamente importante que cada país pueda “determinar cómo se va a gastar ese dinero”, enfatizó.

La filial de Oxfam en EE.UU. envió recientemente una carta a la secretaria de Estado, Hillary Clinton, junto con otras 15 organizaciones, en la que expresan preocupaciones acerca de la política estadounidense en las conversaciones sobre el cambio climático. Una de esas preocupaciones es que sus objeciones al FVC podrían estancar la implementación del fondo.

La misiva también urgió a los negociadores de EE.UU. a ser más flexibles en su negativa a aceptar un compromiso legalmente establecido para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, incluyendo el acuerdo perfilado en el protocolo de Kioto.

Las críticas a EE.UU., que históricamente ha sido el mayor contaminador del mundo, no son nuevas en este tipo de foros, algo que Pershing atribuye a problemas de comunicación.

“Es algo que siempre me choca en estas conversaciones, porque cuando uno profundiza encuentra que la gente está enormemente interesada en trabajar con EE.UU.Pero nos falta habilidad para transmitir bien”, dijo.

Pershing bosquejó en una presentación en el pabellón de EE.UU. en Durban la participación estadounidense en el programa de financiación denominado Fast Star, lanzado en la cumbre de la ONU en Copenhague hace dos años.

El programa da respaldo a proyectos forestales, de energía y de adaptación al cambio climático en todo el mundo. Estados Unidos recientemente dio a conocer que había recaudado más de $3.000 millones de dólares este año para el programa, comparados con $2.000 millones conseguidos el año anterior.

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