Millones de estadounidenses se encargan de cuidar a familiares de avanzada edad, lo que según un estudio de hace unos años en términos de dinero representa $375 mil millones de dólares anuales.
Y aunque ésta ha sido una responsabilidad que tradicionalmente es asumida por miembros de la familia, una creciente minoría de ellos hoy en día está recibiendo a cambio remuneración.
Desde que estalló la crisis económica, abogados especializados en asuntos de la tercera edad han estado preparando contratos para que familiares se hagan cargo de papá y mamá y reciban un pago por ello.
Por ejemplo, David Fowler y su esposa Gloria atienden a la madre de él, Mary Ruth, una maestra retirada de 94 años, que le paga a su hijo $1.000 dólares mensuales como parte de un acuerdo.
Al principio estábamos un poco incómodos con la idea, que fue de un hermano suyo, dice Fowler, quien no quería sacarle provecho al asunto. “No es nuestra forma de pensar”, señala.
Pero Fowler pronto tendrá 70 años, todavía trabaja parte de la jornada laboral al igual que su esposa y por lo tanto el dinero es bienvenido. Nada se arregló por escrito, aunque los abogados consideran que las familias deben preparar un contrato formal.
Según el abogado Howard Krooks, es una manera de proteger a los ancianos, y debe suscribirse antes de que el cuidado se haga efectivo, porque esa es la única forma en que Medicaid acepta cubrir tales pagos como si se tratara de cualquier acuerdo de empleo.
Krooks asegura que sus casos y los de otros abogados de su especialidad se han duplicado en lo últimos años a causa de la recesión, y precisa que algunos de sus clientes son hijos adultos que perdieron su empleo y no hallan uno nuevo.
Su pronóstico es que el número de familiares que perciben dinero por cuidar a los suyos seguirá en aumento aun cuando al economía se recupere, porque la necesidad de este tipo de cuidado crece en la misma medida que lo está haciendo el promedio de edad de la población.