La propuesta legislativa contempla la creación de una estrategia por parte del Departamento de Estado para detectar cualquier tipo de ayuda ilícita o colaboración de los gobiernos del continente con el régimen Teherán.
"Tenemos que hacer todo lo que podamos para aislar a Irán y a sus asociados de las fuentes de ayuda financiera en la región, y para evitar que entidades de la región ayuden a Irán a evadir sanciones", señaló Ros-Lehtinen, la jefa del comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes.
Aunque Irán ha reforzado su presencia y sus inversiones en América Latina, el gobierno estadounidense ha declarado en repetidas oportunidades que no ha detectado ningún movimiento ilícito, pero que están atentos a las actividades que realiza.
Irán ha inaugurado en América Latina seis nuevas embajadas desde 2005 (once en total en la actualidad) y 17 centros culturales.
La estrategia también deberá incluir un sistema de mayor vigilancia en las fronteras terrestres para "impedir el paso de agentes de Irán" y de las organizaciones islamistas Hezbolá y Hamas.
La ley enmendada por el Senado fue finalmente aprobada por amplia mayoría en la Cámara de Representantes y ahora está a la espera de la firma del presidente Barack Obama.