Una fuga en la tubería de retorno del combustible fue la causa del incendio ocurrido en el cuarto de máquinas del crucero turístico Triumph de Carnival, aseguró una oficial de la Guardia Costera.
Por medio de una teleconferencia de prensa, la comandante Theresa Hatfield dijo que la supuesta fuga es la conclusión inmediata, aunque los resultados finales de la investigación sobre la avería del barco tardarán seis meses.
Hatfield explicó que aunque es la policía de Bahamas, donde el crucero está registrado, quien encabeza la investigación, la Guardia Costera y la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, también asumirán su propia pesquisa a fin de “proteger los intereses federales de Estados Unidos”.
Debido al fuego, la nave perdió su fuerza motriz, luego de partir el 17 de febrero de 2013 de Galveston, Texas, quedando a la deriva en el golfo de México, a 241 kilómetros (150 millas) del puerto, hasta que remolcadores lo llevaron a Mobile.
Fueron cinco dìas sin electricidad, con pocos alimentos y sin sanitarios, lo que agravó la situación de los tres mil cien pasajeros y más de mil tripulantes.
Los viajeros informaron que las condiciones al interior del barco fueron muy preocupantes debido a la falta de electricidad y conforme pasaron los días no tenían alimentos ni agua suficientes. De igual manera el acceso a los baños se convirtió en un problema sanitario.
Al tocar tierra, los miles de pasajeros fueron trasladados a Houston, Galveston o Nueva Orleáns en autobuses dispuestos por la empresa propietaria del crucero.
Los pasajeros recibirán de vuelta el valor del billete y $500 dólares en compensación por las dificultades vividas.
Por medio de una teleconferencia de prensa, la comandante Theresa Hatfield dijo que la supuesta fuga es la conclusión inmediata, aunque los resultados finales de la investigación sobre la avería del barco tardarán seis meses.
Hatfield explicó que aunque es la policía de Bahamas, donde el crucero está registrado, quien encabeza la investigación, la Guardia Costera y la Comisión Nacional de Seguridad en el Transporte de Estados Unidos, también asumirán su propia pesquisa a fin de “proteger los intereses federales de Estados Unidos”.
Debido al fuego, la nave perdió su fuerza motriz, luego de partir el 17 de febrero de 2013 de Galveston, Texas, quedando a la deriva en el golfo de México, a 241 kilómetros (150 millas) del puerto, hasta que remolcadores lo llevaron a Mobile.
Fueron cinco dìas sin electricidad, con pocos alimentos y sin sanitarios, lo que agravó la situación de los tres mil cien pasajeros y más de mil tripulantes.
Los viajeros informaron que las condiciones al interior del barco fueron muy preocupantes debido a la falta de electricidad y conforme pasaron los días no tenían alimentos ni agua suficientes. De igual manera el acceso a los baños se convirtió en un problema sanitario.
Al tocar tierra, los miles de pasajeros fueron trasladados a Houston, Galveston o Nueva Orleáns en autobuses dispuestos por la empresa propietaria del crucero.
Los pasajeros recibirán de vuelta el valor del billete y $500 dólares en compensación por las dificultades vividas.
