El servicio de seguridad diplomática del departamento de Estado fue acusado de encubrir, manipular y cerrar casos de diplomáticos que presuntamente cometieron delitos mientras ejercían sus funciones en el extranjero.
Según un informe de la inspección general del departamento de Estado revelado por la cadena de televisión CBS, las faltas graves van desde prostitución hasta tráfico de drogas.
El memorándum incluye por lo menos ocho expedientes entre los que se encuentran implicados los agentes de seguridad de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, quienes presuntamente solicitaban servicios de prostitutas en el extranjero durante los viajes oficiales. Según la inspección general cataloga esta práctica de “endémica” en los últimos años.
El informe también cita el caso de un diplomático que contrataba prostitutas en un parque. El funcionario estadounidense fue llamado a Washington, pero regresó a sus funciones sin ninguna sanción.
De igual manera señalan a una “red clandestina de tráfico de drogas” cerca a la embajada de Estados Unidos en Bagdad que suministraba estupefacientes a los empleados contratados que trabajaban en seguridad diplomática en el lugar.
Al respecto la portavoz del departamento de Estado, Jennifer Psaki, dijo en conferencia de prensa que todos los casos serán investigados minuciosamente, pero no hizo referencia a ninguno en particular.
Además remarcó que “los embajadores no serán una excepción” al momento de poner tras las rejas a personas con comportamientos delictivos.
Según un informe de la inspección general del departamento de Estado revelado por la cadena de televisión CBS, las faltas graves van desde prostitución hasta tráfico de drogas.
El memorándum incluye por lo menos ocho expedientes entre los que se encuentran implicados los agentes de seguridad de la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, quienes presuntamente solicitaban servicios de prostitutas en el extranjero durante los viajes oficiales. Según la inspección general cataloga esta práctica de “endémica” en los últimos años.
El informe también cita el caso de un diplomático que contrataba prostitutas en un parque. El funcionario estadounidense fue llamado a Washington, pero regresó a sus funciones sin ninguna sanción.
De igual manera señalan a una “red clandestina de tráfico de drogas” cerca a la embajada de Estados Unidos en Bagdad que suministraba estupefacientes a los empleados contratados que trabajaban en seguridad diplomática en el lugar.
Al respecto la portavoz del departamento de Estado, Jennifer Psaki, dijo en conferencia de prensa que todos los casos serán investigados minuciosamente, pero no hizo referencia a ninguno en particular.
Además remarcó que “los embajadores no serán una excepción” al momento de poner tras las rejas a personas con comportamientos delictivos.
