El periódico The Hill informó en Washington que los cuatro legisladores cubano estadounidenses que hay en la Cámara de Representantes, Ileana Ros-Lehtinen, Mario Díaz-Balart, Albio Sires y Joe García han preparado una carta urgiendo al secretario de Estado, John Kerry, que no excluya a Cuba de la lista en la que figuran también países como Siria, Irán y Sudán.
Otros tres cubano estadounidenses pero en el Senado, Marco Rubio, Bob Menéndez y Ted Cruz, también se oponen a sacar a Cuba de la lista, después de que circularon versiones de tal eventualidad para allanar el camino a mejores relaciones con el gobierno de la isla, algo que el Departamento de Estado hasta ahora negó.
Ros-Lehtinen, presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara, dijo que los legisladores se aprestan a presentar un plan muy concreto “acerca de por qué Cuba merece mantener su lugar en esta galería de granujas”.
Para excluir a un país de la lista, el Departamento de Estado debe argumentar al Congreso que se produjo un cambio de liderazgo y de políticas, que en los últimos seis meses esa nación no estuvo involucrada en actos de terrorismo internacional y que ha ofrecido garantías de que no lo estará en el futuro.
Algunos señalan que Cuba ha dejado de ayudar a la guerrilla en Colombia y que incluso es anfitriona de negociaciones de paz pero que sigue burlando la ley al brindar refugio a fugitivos de EE.UU. y tener encarcelado al contratista estadounidense Alan Gross, que fue condenado a 15 años de prisión por llevar equipos de comunicación a la comunidad judía en la isla.
Los que se oponen a que Cuba sea mantenida en la lista negra alegan que a diferencia de la política que se adopta con la isla otros países sí fueron exonerados, como Libia (2006) e incluso Corea del Norte (2008) lo que incluso muchos ven como un error. También destacan que otros como Pakistán, donde halló albergue Osama bin Laden, no figuran en la relación.