"No nos podemos permitir una situación en la que los especuladores manipulan artificialmente los mercados" con el objetivo de obtener "una ganancia rápida", dijo Obama en una comparecencia en la Rosaleda de la Casa Blanca.
El presidente tuvo que esperar una media hora a que aterrizara el transbordador Discovery en el aeropuerto de Dulles, en Virgina, luego de haber sobrevolado varias veces la capital estadounidense, evento que los medios de comunicación transmitían en vivo.
Flanqueado por el secretario del Tesoro, Timothy Geithner y el fiscal general, Eric Holder, Obama prometió que su Gobierno hará "todo lo posible para asegurarse de que unos pocos irresponsables no sean capaces de hacer daño a los consumidores manipulando ilegalmente los mercados de la energía en su propio beneficio".
Solicitó, sin embargo la intervención del Congreso para otorgar más fondos para el monitoreo del mercado, aumentar las penas por especulación y dar más poder a los reguladores.
El mandatario también acusó a los republicanos en el Congreso de mantener los subsidios a las compañías petroleras y afectar el bolsillo de los consumidores.
El consumo de gasolina en Estados Unidos en general alcanza niveles de alto consumo a la entrada del verano boreal, cuando las familias aprovechan las vacaciones escolares para viajar a las áreas de descanso.
Si la gasolina se mantiene en los altos niveles de la actualidad, por sobre los $3,80 por galón (unos 4 litros de combustible), los votantes podrían expresar su descontento con el gobierno, votando por el candidato de oposición, en momento en que el presidente Obama apuesta por su reelección.
Al final de su intervención, Obama reconoció que ni está ni otras medidas de producción y exploración petrolera serán suficientes para afectar los precios de la gasolina de manera inmediata.
Respuesta republicana
Antes de que fuera hecho público el plan de Obama, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, declaró mediante su portavoz que el proyecto del presidente era sólo una treta política.
"Si existe fraude, el gobierno tiene las herramientas para detenerlo (…) La verdad es que las políticas del presidente están restringiendo la producción de energía estadounidense, y lo que está buscando es un chivo expiatorio”, dijo Boehner.
El plan de Obama llega en momentos en que los republicanos han hablado de limitar el alcance de la reforma financiera aprobada por el Congreso en 2010.
Aunque el presupuesto aprobado por la Cámara de Representantes, con mayoría republicana, fija grandes reducciones a los programas del gobierno, no especifica ninguna reducción en los gastos de la Comisión Federal de Comercio, que regula los mercados energéticos.
Funcionarios gubernamentales han dicho que si tales recortes le son aplicados, la comisión perdería más de cinco veces los fondos que invierte en regular esos mercados.
El debate sin duda encenderá los ánimos de los republicanos, que culpan a Obama del alto precio de la gasolina, y también de los demócratas, que acusan a los republicanos de tener mano suave con Wall Street.