Economistas dicen que la incertidumbre sobre el resultado de la elección presidencial en Estados Unidos estaría dañando la economía.
A pesar de un ajustado mercado laboral, las contrataciones de nuevos empleados parecen haber perdido algo del reciente ímpetu y los salarios han permanecido sin cambios.
Con la elección presidencial a solo dos meses, analistas dicen que los empleadores podrían estar renuentes a contratar hasta que tengan una visión más clara de la dirección económica del país.
A los negocios les encanta la certeza y una nueva encuesta por parte de la National Association for Business Economists, NABE, por sus siglas en inglés, sugiere que una temporada divisiva de elecciones, sin un claro resultado puede preocupar a la compañías.
Lavaughn Henry portavoz de NABE dice que: “Les gusta poder proyectar hacia el futuro: cuál será mi impuesto el año próximo, cuáles serán las regulaciones que enfrentaría en los próximos años. Sin un candidato elegido y la implementación de política en un momento dado hay un aumento de la incertidumbre”.
Analistas están de acuerdo que algunos negocios actúan más cautelosamente en un año de elecciones. Pero hay una advertencia, según el analista Mark Hamrick de la firma Banrates.
“Tuve dificultad en creer que si fuera un empleador y se ve suficiente demanda por productos o servicios que se abstengan de agregar recursos o trabajadores para cumplir con esa demanda simplemente porque se aproxima una elección”.
Peguntado sobre qué calificación daría a los principales candidatos, el Comité para un Presupuesto Federal Responsable dijo que ni las políticas de Donald Trump ni las de Hillary Clinton atienden los principales problemas económicos.
Los empleadores agregaron solo 155.000 puestos laborales en agosto, una considerable disminución con respecto a los 270.000 en junio y julio.
