La última reunión del Consejo de Ministros de Cuba parece haber un nuevo paso paso para que se empiecen a concretarse cambios en la isla. Si bien el presidente Raúl Castro, tras la visita del Papa, reiteró que no se avecinaban cambios políticos, también es cierto que el mandatario ha impulsado algunos reajustes para evitar que su sistema socialista colapse.
Cambios puntuales que estarían en proceso y que abren limitadas posibilidades de ingreso al sector privado son la ampliación del trabajo por cuenta propia, reducir las plantillas estatales y eliminar prohibiciones como la de compra y venta de vehículos o inmuebles entre agentes particulares.
Entre los últimos cambios anunciados está la aprobación de una política “para la creación experimental de cooperativas fuera del sector agropecuario”, decidida en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en abril de 2011 y que reveló el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo.
La iniciativa, que hace parte de las medidas que ha debido tomar el gobierno para actualizar el modelo económico, deberá regirse bajo una serie de principios de funcionamiento que, por supuesto, se proponen preservar “el papel regulador del Estado y el Gobierno”.
Durante el último consejo de ministros, que contó con la presencia de Raúl Castro, se presentó un diagnóstico que revelaba la inminente crisis en el Ministerio de Agricultura y “la necesidad de transformarlo a corto, mediano y largo plazo”, mientras que se planteó la posibilidad de reordenar el funcionamiento del ministerio de Informática y las Comunicaciones.
Castro habría instado a la institución a restablecer el orden y la disciplina en cuanto a violaciones urbanísticas. “El principio no es prohibir construir sino indicar donde hacerlo”, señaló el mandatario.
Sin embargo, Castro y sus ministros acordaron estudiar de manera integral cada problema antes de aprobar cualquier cambio.
Cambios puntuales que estarían en proceso y que abren limitadas posibilidades de ingreso al sector privado son la ampliación del trabajo por cuenta propia, reducir las plantillas estatales y eliminar prohibiciones como la de compra y venta de vehículos o inmuebles entre agentes particulares.
Entre los últimos cambios anunciados está la aprobación de una política “para la creación experimental de cooperativas fuera del sector agropecuario”, decidida en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) en abril de 2011 y que reveló el vicepresidente del Consejo de Ministros, Marino Murillo.
La iniciativa, que hace parte de las medidas que ha debido tomar el gobierno para actualizar el modelo económico, deberá regirse bajo una serie de principios de funcionamiento que, por supuesto, se proponen preservar “el papel regulador del Estado y el Gobierno”.
Durante el último consejo de ministros, que contó con la presencia de Raúl Castro, se presentó un diagnóstico que revelaba la inminente crisis en el Ministerio de Agricultura y “la necesidad de transformarlo a corto, mediano y largo plazo”, mientras que se planteó la posibilidad de reordenar el funcionamiento del ministerio de Informática y las Comunicaciones.
Castro habría instado a la institución a restablecer el orden y la disciplina en cuanto a violaciones urbanísticas. “El principio no es prohibir construir sino indicar donde hacerlo”, señaló el mandatario.
Sin embargo, Castro y sus ministros acordaron estudiar de manera integral cada problema antes de aprobar cualquier cambio.
