Enlaces para accesibilidad

Cuba: los mudos piden la palabra


Es difícil evaluar la libertad de expresión de un país, sobre todo cuando existen en el mundo tantos absolutismos disfrazados de democracias. Cuba es uno de ellos.

Mucho me han contado sobre un mundo donde las personas no pueden hacer manifiestos sus pensamientos, donde la voz del pueblo se extingue ante el grito imperioso del estado; ese mundo se llama Cuba.

“La libertad de expresión es decir lo que la gente no quiere oír”, con estas palabras de Orwell comienzo este artículo, intentando demostrar que existe un lugar donde no se vive como estamos acostumbrados en la mayoría de los países de América Latina.

Es difícil evaluar la libertad de expresión de un país, sobre todo cuando existen en el mundo tatos absolutismos disfrazados de democracias, pero hay un factor que nunca deja de ser clave, los medios de comunicación; ¿Por qué? Porque son generadores de opinión, porque son los que ponen de manifiesto los diferentes abusos sobre los derechos del hombre, porque son vigilantes del entorno que rodea y conforma a una sociedad, porque son la primera voz del pueblo.

En 2004 Daniel Hallin y Paolo Manchini, publicaron un libro titulado “Comparación de medios de comunicación: tres sistemas de comunicación y la política”, en el cual se determinan cuáles deben ser los puntos a tener en cuenta para describir el funcionamiento del sistema de medios en un país o región; en este caso serán aplicados a Cuba.

Dos de los puntos tocados por los autores son el paralelismo político entre los medios y los partidos, y otro, es el grado de intervención del estado en el sistema de medios. En el caso de Cuba, y de acuerdo a un estudio realizado por Amnistía Internacional en 2010, la constitución cubana no permite la propiedad privada sobre los medios, por ende, tiene en principio control directo sobre los medios, mitigando la pluralidad de ideas necesarias para la libertad de expresión.

Pero esto no basta para caracterizar el sistema, ya que el mismo artículo reconoce la libertad de prensa; sin embargo esta es permitida, según el artículo 53 de dicha constitución, “conforme a los intereses de la sociedad socialista”. Este punto es clave, ya que legitima todo tipo de censura por parte del estado.

En definitiva, la intervención del estado y la relación de los medios con el partido, es una relación de total control, evitando la propiedad privada de los mismos y controlando su contenido ajustándolo a los “intereses de la sociedad socialista”.

Hallin y Mnacini hacen énfasis en otro punto, el desarrollo del profesionalismo periodístico.

Nadie duda del alto nivel de profesionales cubanos en cualquiera de sus áreas, siendo el sistema educativo de ese país digno de admiración en lo que a nivel de capacitación respecta.

Sin embargo, existe un hecho que condiciona esta situación; los periodistas son obligados a unirse a la Unión de Periodistas Cubanos, asociación que otorga las acreditaciones de prensa que permiten el acceso a información oficial, y como elemento agravante, dicha organización admite al gobierno comunista como “como fuerza dirigente superior de nuestra sociedad y del Estado”.

Esto último hace que todo periodista independiente que piense en contraste con la ideología del partido, no pueda acceder a la información necesaria para el desarrollo de su actividad, y lo que es peor, son perseguidos por la inteligencia cubana.

No solo los medios de comunicación son controlados por el estado en Cuba, si no que el acceso a internet es también muy limitado. Todos lo que poseemos los medios para entrar en la web, vemos en ella un mundo de total libertad, donde tenemos la posibilidad de hacer llegar nuestras palabras a una gran cantidad de personas y lugares en muy poco tiempo.

Esta realidad también cambia en el país caribeño, ya que el acceso a internet es muy limitado en lo que a ancho de banda respecta, y también, hay una gran censura por parte del gobierno en los contenidos por medio de la Ley de Seguridad de Información.

No caben dudas que la sociedad cubana ha sido azotada por un régimen que intenta en todo momento socavar su voz, limitando los medios como una de las formas de censura del pensamiento.

Esto le ha costado a cuba la siguiente declaración de la Comisión Internacional de Derechos Humanos, “Cuba es el único país de América donde se puede afirmar categóricamente que no hay libertad de expresión.”

A pesar del gran sistema de restricción del pensamiento en el país, los cubanos han demostrado un hambre inmensa de información, han demostrado ser conscientes de su situación ante el mundo y buscan en todo momento mostrar la realidad y sus opiniones de la cuba verdadera.

Hoy en día existen, a pesar de la censura y el limitado acceso a internet, muchos blogs de periodistas independientes que usan internet como la voz de su sociedad.

Es el caso de Yoani Sánchez, licenciada en filología residente en La Habana, en 2007 abre su blog Generación Y, para expresar la realidad de vida de los jóvenes cubanos.

Hoy en día Generación Y ha sido traducido a 15 idiomas, recibe 14 millones de visitas por mes, fue considerado en 2009 como uno de los 25 mejores blog del mundo y en 2010, recibe el premio “Perfil Internacional a la Libertad de Expresión” y es considerada por la revista Times como una de las 100 personas más influyentes del planeta.

Yoani es un ejemplo de lucha y amor por hacer valer su opinión ante el mundo, arriesgando su libertad en cada publicación, pero no es la única; en www.vocescubanas.com, se pueden encontrar cientos de testimonios sobre la vida en Cuba a manos de periodistas, profesionales o gente común que evade las barreras del estado para mostrar sus pensamientos.

Cuba lucha con las armas que puede y depende de nosotros otorgarle fuerzas para que su voz nunca se extinga.

Edwartd Braida Cabrera tiene 18 años de edad y es uno de los Jóvenes corresponsales de Estados Unidos. Estudia primer año de la licenciatura en ciencias de la comunicación, y actualmente vive en la localidad de colonia Wilson en el departamento de San José.

XS
SM
MD
LG