Las inundaciones en Colorado ya han dejado al menos cuatro muertos, 172 personas hasta ahora desaparecidas, edificios destruidos y motoristas varados, mientras las lluvias no cesan desde el miércoles y se pronostican más para las próximas horas.
Las autoridades han ordenado la evacuación de miles de personas en las áreas afectadas por las lluvias, que cubren una superficie de alrededor de 11 mil 600 kilómetros cuadrados, y equipos de rescate están empleando botes y helicópteros para rescatar a quienes han quedado incomunicados.
En Boulder, no había llovido tanto desde 1940 y de allí que un funcionario dijo que estas eran de "proporciones bíblicas". El gobernador del estado, John Hickenlooper, declaró 14 condados áreas de desastre.
Las lluvias han golpeado una zona de unos 200 kilómetros a lo largo de las laderas de la Montañas Rocosas, desde Fort Collins cerca de la frontera norte con Wyoming hasta Boulder, Denver y Colorado Springs. Y al sur, en la vecina Nuevo Mexico, las inundaciones también han obligado a evacuar a cientos de personas.
Las lluvias fuertes en el verano no son inusuales en Colorado, pero los incendios forestales del año pasado ha hecho que no haya vegetación que pueda detener las corrientes de agua. A parte, la cantidad e intensidad no tienen precedente.
El presidente Barack Obama aprobó el jueves la ayuda federal solicitada por el gobernador del Estado, John Kickenlooper, la cual cubrirá los gastos de protección de emergencia.
Las autoridades han ordenado la evacuación de miles de personas en las áreas afectadas por las lluvias, que cubren una superficie de alrededor de 11 mil 600 kilómetros cuadrados, y equipos de rescate están empleando botes y helicópteros para rescatar a quienes han quedado incomunicados.
En Boulder, no había llovido tanto desde 1940 y de allí que un funcionario dijo que estas eran de "proporciones bíblicas". El gobernador del estado, John Hickenlooper, declaró 14 condados áreas de desastre.
Las lluvias han golpeado una zona de unos 200 kilómetros a lo largo de las laderas de la Montañas Rocosas, desde Fort Collins cerca de la frontera norte con Wyoming hasta Boulder, Denver y Colorado Springs. Y al sur, en la vecina Nuevo Mexico, las inundaciones también han obligado a evacuar a cientos de personas.
Las lluvias fuertes en el verano no son inusuales en Colorado, pero los incendios forestales del año pasado ha hecho que no haya vegetación que pueda detener las corrientes de agua. A parte, la cantidad e intensidad no tienen precedente.
El presidente Barack Obama aprobó el jueves la ayuda federal solicitada por el gobernador del Estado, John Kickenlooper, la cual cubrirá los gastos de protección de emergencia.
