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Prueban mano biónica que transmite sensación


Dennis Aabo Sorensen espera ser el primero en la lista cuando el prototipo esté disponible en el mercado.
Dennis Aabo Sorensen espera ser el primero en la lista cuando el prototipo esté disponible en el mercado.

Por primera vez en nueve años, Dennis Aabo Sorensen, experimentó sensación en su mano izquierda gracias a una prótesis biónica de prueba.

Dennis Aabo Sorensen, perdió su antebrazo en un accidente de fuegos artificiales y gracias a una revolucionaria prótesis recuperó su sentido del tacto.

Este avance de la ciencia trabaja a través de electrodos que están atados en la mano artificial con los nervios del brazo de Sorensen, formando una conexión eléctrica entre la prótesis y su cerebro.

La conexión permite a Sorensen sentir el peso y juzgar la dimensión de los objetos que pone en su mano, aún con los ojos vendados.

La investigación prostética fue dirigida por el neurólogo, Silvestro Micera, del Instituto Tecnológico Suizo (EPFL, por sus siglas en inglés).

“La mano tiene varios sensores adheridos a los tendones de cada dedo, y podemos usar estos sensores para comprender el nivel de fuerza que el paciente ejerce al agarrar el objeto y usamos la información de esta fuerza para proporcionar la estimulación precisa a los nervios sensoriales, con el fin de restaurar sentido sensorial en el sistema nervioso, en tiempo real”, explica el neurólogo.

Sorensen, quien es padre de tres niños, requirió procedimientos quirúrgicos en Roma el año pasado. Se le implantaron electrodos neurales ultra-delgados en los nervios del brazo.

Luego, todos los días la mano fue adherida a los electrodos durante una semana, formando una conexión entre la prótesis y el cerebro.

Sorensen dijo que los resultados fueron asombrosos, Él es la primera persona que recupera el sentido sensorial en una extremidad artificial.

“La primera vez que la hicieron funcionar y trabajaron con la nueva mano fue maravilloso porque de repente pude sentir cosas que no podía sentir desde hacía muchos años, pude sentir cosas redondas, cosas duras y cosas suaves. Fue asombroso”, cuenta Dennis Aabo Sorensen.

Envalentonados por los resultados, los investigadores removieron los electrodos de la mano de Dennis, y comenzaron a trabajar en la miniaturización y ajuste fino de la tecnología sensorial.

Satisfecho por haber participado en la prueba, Dennis espera ser el primero en la lista, cuando el brazo biónico eventualmente esté disponible a los pacientes en general.

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