Todas las ciudades son especiales, pero hay algunas que no tienen igual. Muchas veces es por belleza, aunque en algunos casos también lo es por singularidad. Como dijo Elvis Presley en su famosa canción “Viva Las Vegas”.
Las Vegas, situada en el estado de Nevada, está completamente rodeada por el desierto. De pronto, en medio del oscuro páramo, resplandecen luces de todos los colores. Como si se tratara de un oasis, Las Vegas irrumpe en medio de la nada como un lugar de fantasía, aparentemente irreal.
Si se viaja en coche, al entrar en la ciudad y dirigirse a la calle central de los casinos, el Strip Boulevard, por la carretera se puede ver el famoso símbolo de “Bienvenido al fabuloso Las Vegas de Nevada”, donde muchos turistas se amontonan para sacarse la fotografía y postal más conocida de la ciudad.
Gracias al universo creado por algunos de los hoteles más conocidos, el visitante de Las Vegas puede pasar de Egipto a Nueva York solamente recorriendo una calle y pasando por el característico castillo de princesa del hotel Excalibur. Las características pirámide y esfinge del hotel Luxor están al principio del Strip y están próximos a los rascacielos propios de la Gran Manzana y hasta la mismísima estatua de la libertad que pertenecen al New York, New York.
Más adelante la elegancia del hotel Montecarlo resalta entre las pasarelas elevadas que conectan los hoteles con los centros comerciales, creando un recorrido del que a veces es difícil escapar.
En el Strip, atrayentes paneles publicitarios con colores y eslóganes vistosos atrapan a los visitantes en un entorno irreal pero irresistible. Todo en Las Vegas está dispuesto para el uso y disfrute.
Más adelante, en la zona céntrica de la avenida, está el Bellagio, cuyo lago y su conocido espectáculo de luces, música y fuentes atraen a miles de curiosos. El show tiene lugar cada 30 minutos y el agua del lago de este hotel podría llenar 2000 piscinas.
Del otro lado de la calle se encuentra el Flamingo, uno de los casinos más antiguos, con sus grandes flamencos rosados coronando la entrada. Y también se puede pasar por París y visitar la famosa estampa de la capital gala: la torre Eiffel.
Si se continúa por el Strip se encuentra The Venetian, uno de los hoteles más famosos. Sus canales y sus góndolas transportan a los visitantes al corazón de la ciudad italiana.
Al final de la avenida, el Stratosphere, el edificio más alto de Las Vegas ofrece las mejores vistas de la ciudad junto con un lujoso restaurante y una increíble montaña rusa a cientos de metros de altura.
Dentro de los hoteles, la luz es siempre la misma, también lo es el ambiente y la música. Huele a tabaco, porque en Las Vegas está permitido fumar dentro de los establecimientos, y sólo se escucha el sonido de las máquinas tragaperras y las ruletas.
Al final de la avenida, se amontonan diferentes capillas, que prometen una boda al más puro estilo Las Vegas donde el mismísimo Elvis oficia la ceremonia de la pareja que se atreva. Casarse en Las Vegas cuesta aproximadamente 300 dólares.
Si va a Las Vegas podrá disfrutar además de los espectáculos en los hoteles y de los miles de restaurantes que inundan la ciudad. Las principales agencias de viajes recomiendan el espectáculo de Elton John ofrecido en el Bellagio, el concierto de Rod Stewart o la actuación de Celine Dion en el Caesar Palace, el espectáculo de Michael Jackson ofrecido en homenaje al fallecido artista por el Cirque du Soleil y la comedia mágica de Mike Hammer en el 4Queens.
Alojarse en Las Vegas supera los 150 dólares por noche, pero son muchas las ofertas que sirven de reclamo para que todos puedan disfrutar de este universo de color, fantasía, juego y desenfreno.
Las Vegas, situada en el estado de Nevada, está completamente rodeada por el desierto. De pronto, en medio del oscuro páramo, resplandecen luces de todos los colores. Como si se tratara de un oasis, Las Vegas irrumpe en medio de la nada como un lugar de fantasía, aparentemente irreal.
Si se viaja en coche, al entrar en la ciudad y dirigirse a la calle central de los casinos, el Strip Boulevard, por la carretera se puede ver el famoso símbolo de “Bienvenido al fabuloso Las Vegas de Nevada”, donde muchos turistas se amontonan para sacarse la fotografía y postal más conocida de la ciudad.
Gracias al universo creado por algunos de los hoteles más conocidos, el visitante de Las Vegas puede pasar de Egipto a Nueva York solamente recorriendo una calle y pasando por el característico castillo de princesa del hotel Excalibur. Las características pirámide y esfinge del hotel Luxor están al principio del Strip y están próximos a los rascacielos propios de la Gran Manzana y hasta la mismísima estatua de la libertad que pertenecen al New York, New York.
Más adelante la elegancia del hotel Montecarlo resalta entre las pasarelas elevadas que conectan los hoteles con los centros comerciales, creando un recorrido del que a veces es difícil escapar.
En el Strip, atrayentes paneles publicitarios con colores y eslóganes vistosos atrapan a los visitantes en un entorno irreal pero irresistible. Todo en Las Vegas está dispuesto para el uso y disfrute.
Más adelante, en la zona céntrica de la avenida, está el Bellagio, cuyo lago y su conocido espectáculo de luces, música y fuentes atraen a miles de curiosos. El show tiene lugar cada 30 minutos y el agua del lago de este hotel podría llenar 2000 piscinas.
Del otro lado de la calle se encuentra el Flamingo, uno de los casinos más antiguos, con sus grandes flamencos rosados coronando la entrada. Y también se puede pasar por París y visitar la famosa estampa de la capital gala: la torre Eiffel.
Si se continúa por el Strip se encuentra The Venetian, uno de los hoteles más famosos. Sus canales y sus góndolas transportan a los visitantes al corazón de la ciudad italiana.
Al final de la avenida, el Stratosphere, el edificio más alto de Las Vegas ofrece las mejores vistas de la ciudad junto con un lujoso restaurante y una increíble montaña rusa a cientos de metros de altura.
Dentro de los hoteles, la luz es siempre la misma, también lo es el ambiente y la música. Huele a tabaco, porque en Las Vegas está permitido fumar dentro de los establecimientos, y sólo se escucha el sonido de las máquinas tragaperras y las ruletas.
Al final de la avenida, se amontonan diferentes capillas, que prometen una boda al más puro estilo Las Vegas donde el mismísimo Elvis oficia la ceremonia de la pareja que se atreva. Casarse en Las Vegas cuesta aproximadamente 300 dólares.
Si va a Las Vegas podrá disfrutar además de los espectáculos en los hoteles y de los miles de restaurantes que inundan la ciudad. Las principales agencias de viajes recomiendan el espectáculo de Elton John ofrecido en el Bellagio, el concierto de Rod Stewart o la actuación de Celine Dion en el Caesar Palace, el espectáculo de Michael Jackson ofrecido en homenaje al fallecido artista por el Cirque du Soleil y la comedia mágica de Mike Hammer en el 4Queens.
Alojarse en Las Vegas supera los 150 dólares por noche, pero son muchas las ofertas que sirven de reclamo para que todos puedan disfrutar de este universo de color, fantasía, juego y desenfreno.