Un grupo de cubanos llegados en balsa como refugiados a Bahamas y que denunciaron haber sido objeto de una golpiza en un centro de detención de inmigrantes en Nassau fueron finalmente devueltos a Cuba por las autoridades de ese país.
El gobierno de Panamá había ofrecido asilo “por razones humanitarias” a 19 de los 24 cubanos pero aun así todos fueron enviados de regreso a la isla a pesar de que EE.UU. intercedió para que Bahamas no lo hiciera.
La presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., Ileana Ros-Lehtinen dijo que “es vergonzoso que el gobierno bahameño ni siquiera tenga en cuenta la oferta de asilo humanitario hecha por el gobierno de Panamá”.
El también congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart calificó la repatriación de los refugiados cubanos de acto “despiadado”, de “total falta de escrúpulos” e “ignominia y deterioro absolutos” en cuanto al respeto de los derechos humanos en Bahamas.
Las autoridades de Bahamas habían alegado con anterioridad tener un acuerdo migratorio con La Habana para repatriar a los cubanos indocumentados que recalen en sus costas y que no tengan derecho a asilo político.
Durante semanas, exiliados cubanos en el sur de Florida declararon una huelga de hambre, organizaron protestas en las inmediaciones del consulado bahameño en Miami y llamaron a boicotear los viajes turísticos a ese país en protesta por los “abusos” contra los balseros.
El gobierno de Panamá había ofrecido asilo “por razones humanitarias” a 19 de los 24 cubanos pero aun así todos fueron enviados de regreso a la isla a pesar de que EE.UU. intercedió para que Bahamas no lo hiciera.
La presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., Ileana Ros-Lehtinen dijo que “es vergonzoso que el gobierno bahameño ni siquiera tenga en cuenta la oferta de asilo humanitario hecha por el gobierno de Panamá”.
El también congresista cubanoamericano Mario Díaz-Balart calificó la repatriación de los refugiados cubanos de acto “despiadado”, de “total falta de escrúpulos” e “ignominia y deterioro absolutos” en cuanto al respeto de los derechos humanos en Bahamas.
Las autoridades de Bahamas habían alegado con anterioridad tener un acuerdo migratorio con La Habana para repatriar a los cubanos indocumentados que recalen en sus costas y que no tengan derecho a asilo político.
Durante semanas, exiliados cubanos en el sur de Florida declararon una huelga de hambre, organizaron protestas en las inmediaciones del consulado bahameño en Miami y llamaron a boicotear los viajes turísticos a ese país en protesta por los “abusos” contra los balseros.
