Una avioneta que golpeó a un águila calva en Anchorage, Alaska el mes pasado terminó estrellándose y matando a cuatro personas.
Un investigador de la Agencia Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) dijo que aunque ha habido otros choques entre aviones y águilas, esta es la primera vez que hay consecuencias mortales.
Restos del águila fueron encontrados cerca de la cola del avión, donde se cree que golpeó inicialmente.
El piloto, copiloto y dos pasajeros murieron en el percance sucedido el 20 de abril cerca de un pequeño aeropuerto, unos 30 kilómetros al norte de Anchorage.
La Institución Smithsonian de Washington contribuyó con el análisis forense de una sustancia hasta entonces no identificada que fue hallada en varias partes del avión.
Alaska tiene la población más grande de águila calva en América del Norte, calculándose la población en unas 30.000 aves.
