Un ataque suicida en el cruce fronterizo para los convoyes que transportan suministros a las tropas de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán, mató al menos a 19 oficiales de seguridad.
Una huelga ocurrida el anterior elevó el temor de que talibanes se agruparan y cumplieran la promesa de venganza tras la muerte de su líder, Baitullah Mehsud, en un ataque con misiles de la CIA a principios de este mes.
El atacante se acercó a un grupo de guardias fronterizos fuera de sus cuarteles en el control de Torkham, en la región de Khyber y detonó sus explosivos. Las víctimas estaban en ayuna debido a la celebración durante el mes santo islámico del Ramadán.
Mientras Estados Unidos y la OTAN en Afganistán el 75 por ciento sus suministros dependen de el transito en la frontera de entre Pakistán y Afganistán.
Bajo fuerte presión de Estados Unidos el ejército de Pakistán ha lanzado ofensivas terrestres y ataques aéreos contra los insurgentes en los últimos meses, pero gran parte de la región está bajo el control de los militantes.
Aunque no hay ningún acusado todavía el principal sospechoso es la organización terrorista Al- Qeda.