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Una corte alemana decidió, el martes, que los judíos que fueron obligados a realizar trabajos forzados en los ghettos establecidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, tienen derecho a una pensión.
La Corte de la occidental ciudad de Kasel, determinó que incluso un simple plato de sopa, era considerado un pago por su trabajo.
Las autoridades alemanas han rechazado los reclamos de pensiones de cientos de miles de trabajadores judíos y sobrevivientes del Holocausto, porque ellos no tienen forma de probar que los nazis les pagaban por su trabajo.
Los nazis encerraron a millones de judíos dentro de los ghettos, en ciudades como Varsovia y Minsk, y los forzaban a trabajar en las fábricas antes de enviarlos a los campos de la muerte.