La Administración Bush exhortó a los legisladores a que aprueben rápidamente su plan de rescate por 700.000 millones de dólares para las instituciones financieras que enfrentan enormes cantidades de deudas hipotecarias incobrables.
El secretario del Tesoro estadounidense, Henry Paulson, dijo en entrevistas de televisión, el domingo, que si no se toman acciones inmediatas, la crisis financiera resultará en una catástrofe económica.
El secretario Paulson habló en programas noticiosos para promover el plan del gobierno para adquirir los préstamos hipotecarios incobrables, o títulos basados en esos préstamos, de compañías financieras privadas.
Paulson dijo que los bancos extranjeros con bienes en Estados Unidos también podrán recibir ayuda.
El secretario del Tesoro agregó que él está presionando a otros gobiernos para que ofrezcan planes de alivio a sus instituciones financieras.
El senador demócrata Charles Schumer, presidente de la Comisión Económica Conjunta en el Congreso, dijo, el domingo, que él quiere que el plan incluya alivio para los popietarios de viviendas estadounidenses que enfrentan ejecuciones hipotecarias, además de las grandes compañías financieras.
Los demócratas también pidieron un paquete de estímulo económico que acompañe el rescate financiero.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosy, dijo que el rescate financiero carece de seguridades necesarias en varias áreas.
Ella pidió una supervisión independiente, protección para los propietarios de casas y limitación a excesivas compensaciones ejecutivas.
El líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo que el plan de rescate financiero debe permanecer libre de lo que llamó planes partidarios o pequeños proyectos.