El presidente cubano, Raúl Castro, anunció que conmutará la sentencia a muerte a un número indeterminado de presos.
Algunos reos recibirán 30 años de cárcel y otros cadena perpetua.
Castro aclaró que la pena de muerte continúa, no ha sido abolida, y que sigue siendo parte del código penal.
La última ejecución realizada en Cuba, que se conozca, por escuadrón de fusilamiento, fue en 2003 a raíz del fracasado secuestro de una embarcación.
Cuba ha estado bajo presión de grupos pro derechos humanos para que elimine la pena capital.
Castro aseguró el lunes que su decisión de conmutar la pena a varios presos no obedece a presión alguna sino a lo que calificó de “la conducta humanitaria y ética del país”.