En medio de fuertes medidas de seguridad, el presidente de China, Hu Jintao, inauguró este lunes la carrera de relevos de la antorcha Olímpica, en una ceremonia en la Plaza de Tiananmen, en Beijing.
El presidente Hu utilizó la antorcha para encender un caldero en la plaza antes de entregar la llama olímpica al velocista chino Liu Xiang.
Bailarines de minorías étnicas y estudiantes que ondeaban banderas estuvieron entre los asistentes al encendido de la antorcha.
La llama olímpica llegó procedente de Grecia, donde exiliados tibetanos y defensores de derechos humanos intentaron infructuosamente, el domingo, de interrumpir la ceremonia de entrega de la antorcha.
Se anticipa que continúen las protestas y manifestaciones a medida que las personas que portan la antorcha pasen por las principales ciudades del mundo en camino a los Juegos Olímpicos de Beijing, que se realizarán en agosto.
Varios países europeos han anunciado que podrían boicotear la ceremonia de apertura de las Olimpiadas, dependiendo de cómo China maneje la situación en el Tíbet.
El presidente de Checoslovaquia y el primer ministro de Polonia anunciaron que no asistirán, así como la canciller de Alemania.