El domingo los guatemaltecos elegirán nuevo presidente, parlamento y autoridades locales.
En la reciente ola de violencia política han muerto por lo menos 50 personas, entre ellos, políticos, y se ha convertido en el tema dominante de la campaña electoral.
Los asesinatos, además de otro tipo de crímenes violentos, podrían ayudar al general retirado Otto Pérez Molina a recibir más votos.
Él ha ganado popularidad al prometer tomar fuertes medidas contra los criminales y pandilleros que aterrorizan a los guatemaltecos.
Sin embargo, el ex militar es un candidato controversial debido a su papel como director de inteligencia militar durante la guerra civil de Guatemala, y ha sido acusado de ejecutar a opositores políticos.
Pérez Molina disputará la presidencia ante el empresario y líder social-demócrata, Álvaro Colom.
Se calcula que, entre los catorce candidatos a la presidencia, ninguno cuenta con suficiente apoyo como para obtener una mayoría absoluta que impida la realización de una segunda ronda, el próximo 4 de noviembre.