El presidente Bush elogió al nuevo primer ministro británico, Gordon Brown, por lo que llamó su “vigorosa respuesta” a las conjuras explosivas, en Londres y Escocia.
El mandatario habló a la prensa en el hogar familiar, en Maine, y dijo que los incidentes demuestran que “la guerra contra los extremistas continúa”.
Previamente, Michael Chertoff, secretario de Seguridad del Territorio Nacional, informó que las autoridades decidieron aumentar la seguridad en aeropuertos, estaciones de trenes y autobuses, pero que, hasta ahora, no existe evidencia creíble respecto a un ataque en Estados Unidos. Chertoff manifestó que el nivel general de amenaza en Estados Unidos no será elevado en este momento.
El secretario de Seguridad del Territorio Nacional dijo, en una entrevista televisiva, en Fox Sunday News, que le preocupan los terroristas que copian este tipo de acciones, quienes podrían intentar imitar los ataques con autos-bombas.
Chertoff exhortó a los estadounidenses a permanecer alertas a posibles amenazas, paquetes y actividades sospechosas.