El mayor grupo protestante paramilitar de Irlanda del Norte, la proscrita Fuerza Voluntaria del Ulster, ha renunciado a la violencia y prometió deponer las armas.
Este avance en el proceso de paz de Irlanda del Norte, que lleva una década, anunciado hoy, jueves, tiene lugar cuatro días antes del plazo para formar un nuevo gobierno de poder compartido entre católicos y protestantes en Belfast.
El fundador de la Fuerza de Voluntarios del Ulster, Gusty Spence, dijo que la medida entrará en efecto a la medianoche.
Agregó que la Fuerza de Voluntarios del Ulster ha cesado todo reclutamiento y entrenamiento militar, y ha dejado de atacar a oponentes.
Un portavoz del primer ministro británico, Tony Blair, recibió con beneplácito el anuncio de hoy, pero dijo que el primer ministro quiere ver que la promesa se transforme en acción.
En enero, el mayor partido católico de Irlanda del Norte, Sinn Fein, despejó uno de los últimos obstáculos para el poder compartido, cuando sus miembros votaron para comenzar a cooperar con la fuerza policial dominada por los protestantes.