Una corte de Londres sentenció a cadena perpetua a cinco británicos condenados por los ataques con bomba en el país.
En Gran Bretaña, cadena perpetua equivale a 40 años.
Sin embargo, el juez advirtió que algunos o todos los acusados podrían no salir en libertad el resto de su vida.
Tras deliberar durante 27 días, un jurado declaró culpables a los acusados hoy, lunes, de planear el uso de 600 kilogramos de fertilizante de nitrato de amonio para atacar objetivos que iban desde clubes nocturnos hasta centros comerciales.
El jurado exoneró a otros dos.
Los documentos de la corte durante el juicio de un año también evidencian vínculos entre los condenados y cuatro terroristas que atacaron el sistema de transporte de Londres, en julio de 2005, causando la muerte a 52 personas.