El secretario de Justicia de Estados Unidos, Alberto Gonzáles, dice que acepta responsabilidad por cómo se realizaron los despidos de ocho fiscales federales, pero que no renunciará.
Gonzáles está en el centro de una tormenta política, debido a los polémicos despidos, los cuales, según los demócratas, tuvieron motivaciones políticas.
El senador demócrata Charles Schumer ha pedido la renuncia del Secretario de Justicia.
En una conferencia de prensa, el martes, en Washington, Gonzáles dijo que su Jefe de Personal estuvo involucrado en la evaluación de qué fiscales federales se desempeñaron bien y cuáles, no.
El funcionario, Kyle Sampson, renunció previamente, el martes. Gonzáles dijo que él “nunca vio los documentos” y que “nunca había tenido una discusión” acerca de los despidos.
Pero también afirmó que apoya la decisión del Departamento de Justicia, en cuanto a destituir a los ocho fiscales.
El asesor jurídico de la Casa Blanca, Dan Bartlett, dijo a la prensa que viaja con el presidente Bush, en México, que el mandatario sigue confiando en Gonzáles.
Bartlett señaló que el presidente está satisfecho de que Gonzáles haya prometido atender a las preocupaciones.