Un nuevo informe del gobierno belga condena a las autoridades de la nación por haber colaborado con los Nazis en la persecución de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
El estudio presentado al parlamento de Bélgica dice que el gobierno de la época adoptó una “actitud dócil” durante la ocupación nazi y actuó de una manera que no es “digna de una democracia”.
Los autores del informe dicen que las autoridades belgas huyeron a Londres en 1940 después de ordenar a los empleados del gobierno cooperar con los nazis, lo cual llevó a la persecución de judíos y a la deportación de miles a los campamentos de la muerte.
El documento también acusa a la clase social alta de Bélgica de xenofobia y antisemitismo.
El análisis agrega que aunque el gobierno belga de tiempos de guerra reconoció que cooperar con los alemanes era inconstitucional y censurable, trató de mantenerlo en secreto.