Autoridades surcoreanas acusaron a cinco residentes de Seúl, incluso a un empresario coreano-estadounidense de espiar para Corea del Norte.
Los fiscales afirman que los cinco recibían ordenes de Pyongyang, y transmitieron una abundante cantidad de información a espías de Corea del Norte, incluso cierta información confidencial de inteligencia.
Las acusaciones de este viernes tienen lugar luego de una intensa investigación de dos meses de los cinco implicados, arrestados en octubre pasado.
La administración del presidente surcoreano Roh Moo-Hyun propuso el rechazo de la Ley Nacional de Seguridad, como parte de la política gubernamental de mayor cooperación con el régimen de Pyongyang.