Taiwán comisionó dos destructores de fabricación estadounidense para ayudar a defender la isla contra una potencial amenaza china.
Los viejos destructores Kidd se unirán a otros dos buques de la Armada taiwanesa que ya están en servicio.
En la ceremonia realizada este jueves, el presidente taiwanés Chen Shui Bian exhortó a la oposición a aprobar un presupuesto multimillonario para adquirir armas estadounidenses.
El gobierno está preocupado por el constante crecimiento militar chino y la amenaza que podría representar para Taiwán.
Legisladores de la oposición bloquearon la aprobación del programa de armas por dos años, argumentando que es demasiado caro y que podría provocar agresiones por parte de Beijing.
Taiwán es una democracia autónoma, pero la China comunista afirma tener soberanía sobre la isla desde el final de la guerra civil en 1949.
Beijing ha asegurado que retornará Taiwán al gobierno chino, por la fuerza de ser necesario.