Comenzó en La Habana, Cuba, una cumbre de seis días del Movimiento de los No Alineados.
En la ceremonia de apertura, el canciller cubano, Felipe Pérez Roque, dijo que el grupo es más necesario hoy, que nunca antes.
Pérez Roque instó a los 116 países miembros del movimiento a que cierren filas ante las amenazas que según él “tienen un origen común”.
También criticó la creciente presión de Estados Unidos y sus aliados sobre Irán para que ese país abandone su programa de energía nuclear.
El Movimiento de los No Alineados fue creado hace más de cuatro décadas con el propósito de evitar alinearse con Estados Unidos o la Unión Soviética durante la Guerra Fría.
Cuba asumirá el liderazgo del grupo, de manos de Malasia. No está claro si el presidente cubano Fidel Castro participará en la cumbre de esta semana.
El líder de 80 años se está recuperando de una cirugía intestinal a la que fue sometido en julio, cuando temporalmente entregó el poder a su hermano, el ministro de defensa Raúl Castro.
Entre los asistentes a la cumbre estarían el Secretario General de la ONU, Kofi Annan, el mandatario sirio, Bashar al Assad y el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad.