Los líderes de las naciones industrializadas del Grupo de los Ocho concluyeron su cumbre delineando planes para enfrentar problemas mundiales, incluyendo llamados para poner fin a la violencia en el Medio Oriente, y las preocupaciones sobre Irán y Corea del Norte.
En su declaración sobre el Medio Oriente, los líderes del G8 instaron al grupo militante Hezbollah a liberar a los soldados israelíes y finalizar los ataques contra el estado judío.
En una declaración final, el grupo también exhortó a Israel a suspender los ataques contra el Líbano, en los que han muerto decenas de civiles libaneses.
En relación a Irán, los líderes de Rusia y Estados Unidos se sumaron a Gran Bretaña, Italia, Francia, Alemania, Canadá y Japón para respaldar una decisión que refiera a Teherán nuevamente al Consejo de Seguridad de la ONU por su presunto programa nuclear.
Los líderes del G8 también renovaron su compromiso de acelerar las conversaciones relativas a un acuerdo sobre un pacto de libre comercio mundial.