Líderes republicanos en la Cámara de Representantes dijeron que realizarán audiencias en todo el país, en agosto, sobre la reforma inmigratoria.
La decisión probablemente elimina las posibilidades de lograr un acuerdo legislativo sobre el tema, este año.
El debate nacional sobre inmigración ha creado profundas divisiones en el Partido Republicano, al que pertenece el presidente Bush, y que controla ambas cámaras del Congreso.
La Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley, en diciembre del año pasado, que haría más estricta la seguridad a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México, y aumentaría las penas para los inmigrantes ilegales.
El Senado aprobó un proyecto de ley diferente, el mes pasado.
El mismo crearía un programa de trabajadores temporales y daría a la mayoría de los 12 millones de indocumentados en el país la posibilidad de obtener la ciudadanía.
Bush apoya la mayor parte del proyecto de ley de inmigración del Senado.