En la sureña ciudad iraquí de Basora, el Primer Ministro Nouri-al Maliki declaró estado de emergencia, luego de semanas de enfrentamientos de facciones chiítas. Maliki declaró un mes de estado de emergencia durante una visita realizada hoy a la ciudad petrolera.
También se comprometió a reprimir con “puño de hierro” a las pandillas responsables de la violencia. En los sucesos de violencia más recientes, hombres armados mataron a cinco personas en un minibús en Baquba, al sur de Bagdad. En la capital, hombres armados mataron a un comentarista deportivo de la televisión estatal “Iraqia”. Éste es el tercer periodista asesinado en Bagdad esta semana.
Y un ataque de mortero en la parte sureña de la ciudad mató a nueve personas. En el norte, voceros militares estadounidenses indicaron que dos mujeres iraquíes murieron cuando fuerzas de la coalición dispararon contra el vehículo en el que viajaban, el cual no se detuvo cuando se le ordenó.
La policía iraquí dijo que las mujeres viajaban a una maternidad, pero no está claro si estaban embarazadas. Dentro y fuera de la capital, la policía ha dicho que ha encontrado al menos 40 cuerpos.
El descubrimiento de cadáveres abandonados se ha convertido casi en una rutina en Iraq, desde el bombardeo de una venerada mezquita chiíta en Samarra en febrero, lo que ha esparcido matanzas sectarias y ataques de venganza.