El Partido Laborista de Gran Bretaña enfrenta, este jueves, una importante prueba en las elecciones locales que, según analistas, podrían resultar en presiones contra el primer ministro Tony Blair para que presente su renuncia.
Electores en Inglaterra elegirán candidatos para más de 4 mil 300 escaños en concejos de todas las ciudades y pueblos.
Encuestas de opinión dan a los conservadores, de la oposición, ventaja sobre los candidatos del Partido Laborista, al que pertenece Blair.
El gobierno de Blair enfrenta acusaciones de incompetencia y mala gerencia.
La semana pasada el ministro del interior, Charles Clarke, fue objeto de llamados a renunciar, tras conocerse de la liberación accidental de más de mil prisioneros extranjeros de cárceles británicas, sin ser deportados.
El viceprimer ministro John Prescott también confesó, la semana pasada, haber tenido una relación extramarital con su secretaria.