El presidente Bush emitió una orden que congela los activos de cualquier persona involucrada en el asesinato del ex - primer ministro libanés Rafik al-Hariri, en febrero del 2005.
Un vocero de la Casa Blanca dijo que esta orden ejecutiva se aplicará a toda persona que sea encontrada culpable de haber planeado, financiado, organizado o llevado a cabo el crimen.
El martes, el investigador jefe de las Naciones Unidas, Serge Brammertz, entrevistó al presidente de Siria, Bashar al-Assad sobre la presunta participación siria en el asesinato. El gobierno sirio ha negado reiteradamente estar involucrado en la muerte de Hariri, quien era un declarado crítico de la influencia siria en Líbano.
Hariri y otras 22 personas murieron en un ataque con bomba en Beirut. El crimen desató masivas protestas contra Siria en Beirut e intensificó la presión internacional, tanto, que obligó a Damasco a retirar sus tropas de Líbano, después de una presencia de 29 años.