El gobierno de Estados Unidos ha decidido no extraditar a dos militares venezolanos acusados de atacar con explosivos dos embajadas en Caracas.
José Colina y Germán Varela han estado en un centro de detención estadounidense durante más de dos años.
Ambos son buscados en Venezuela por los ataques con explosivos, en 2003, a las embajadas de España y Colombia en Caracas.
Las explosiones dañaron ambas sedes diplomáticas pero no causaron heridos de gravedad.
Los abogados de ambos militares dicen que la decisión del gobierno fue tomada, en parte, debido a las preocupaciones sobre presuntas violaciones de los derechos humanos en Venezuela, y agregaron que los dos podrían recuperar la libertad pronto.
El mes pasado, un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos sobre derechos humanos afirma que ha habido varias violaciones en Venezuela, incluyendo el asesinato de presuntos criminales y la tortura y abuso de detenidos.