El presidente Bush pidió civilidad en el debate del Congreso sobre la reforma a la ley de inmigración, indicando que Estados Unidos no tiene que elegir entre ser una sociedad compasiva y una sociedad respetuosa de la ley.
“Un sistema de inmigración que obliga a la gente a vivir a la sombra de la sociedad o la deja abandonada para que caiga en manos de criminales, es un sistema que debe ser cambiado. Confío en que podremos cambiar nuestro sistema de inmigración de manera que asegure nuestras fronteras, respete el gobierno de la ley y algo que también es importante, que ratifique la decencia de nuestro país.”, dijo Bush, este viernes durante un Desayuno Católico de Oración en Washington DC.
La semana pasada el senado inició un acalorado debate sobre la reforma a la ley de inmigración, el mismo que al parecer no podrá ser concluido antes que los legisladores salgan de receso por dos semanas este viernes.
El presidente Bush también se refirió al aborto en su discurso de hoy. Tanto el mandatario como la iglesia católica se oponen al procedimiento.
Bush fue aplaudido cuando dijo que espera que Dios brille en cada niño nacido y por nacer.
“Continuaremos trabajando por el día en que cada niño sea recibido vivo y sea protegido por la ley”, señaló el mandatario y agregó que Estados Unidos está trabajando para ampliar las protecciones a los niños por nacer.