Miles de manifestantes, en su mayoría latinoamericanos, protestaron, el martes, frente al Capitolio aquí en Washington, contra el proyecto de ley que definiría a millones de indocumentados como delincuentes y castigaría a quienes los ayuden.
Los manifestantes quieren que el Senado rechace el proyecto de Ley de Protección de las Fronteras, Anti Terrorismo e Inmigración Ilegal, que la Cámara de Representantes ya aprobó.
Los críticos dicen que la medida pondría en peligro los derechos humanos y las libertades civiles de los inmigrantes y dificultaría la labor de los trabajadores sociales.
Líderes católicos dicen que contravendrán la ley, si entra en efecto.
Partidarios del proyecto de ley dicen que provee más recursos para la seguridad fronteriza, reprime las operaciones de contrabando humano en las áreas fronterizas, e impone penas para quienes cometan fraudes de inmigración.
El presidente Bush ha dicho que firmará el proyecto de ley si es aprobado por el Senado.