Autoridades ecuatorianas informaron que han negociado un acuerdo para poner fin a las protestas que paralizaron dos oleoductos esta semana.
Funcionarios gubernamentales y líderes de la protesta local en Napo anunciaron la tregua cerca del amanecer, de este jueves.
Las clausuras amenazaban la estabilidad del lucrativo negocio petrolero ecuatoriano.
Los activistas se habían tomado dos estaciones de bombeo de petróleo, suspendiendo temporalmente las operaciones de un oleoducto privado y uno estatal.
El miércoles, 24 trabajadores que eran mantenidos en rehenes en una de las estaciones de bombeo escaparon ilesos.
Las protestas se iniciaron el lunes y por lo menos cinco personas resultaron heridas en enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Las fuerzas de orden detuvieron a algunos de los líderes activistas, incluyendo a numerosos alcaldes locales.
El martes se declaró estado de emergencia, el que aún permanece en efecto.
Los activistas quieren que el gobierno financie la construcción de nuevas carreteras y de un aeropuerto.