El estado de California aplazó la ejecución de un asesino, luego de que los dos médicos designados a cumplir con la tarea se negaran a cumplir con ella.
Estaba previsto que Michael Morales muriera esta mañana mediante una inyección letal por la violación y asesinato de una niña de 17 años en 1981.
Un juez federal ordenó la presencia de dos anestesiólogos para asegurar que Morales estuviera inconsciente durante el procedimiento.
Sin embargo, los médicos señalaron que las probabilidades de que necesitaran intervenir en caso de que Morales despertara o pareciera estar sufriendo hacían el procedimiento médicamente no ético.
La ejecución fue reprogramada para hoy miércoles por la noche, utilizando un método alternativo.
A Morales se le administrará una dosis letal de un sedante de rápida acción. La opción también fue ordenada por el juez.