El presidente Bush y el rey Abdullah, de Jordania, han pedido a los gobiernos extranjeros que pongan fin a los mortales disturbios, que han estallado en el mundo musulmán, en respuesta a las caricaturas del profeta Mahoma.
Sin embargo, ambos líderes, hablando en la Casa Blanca, también criticaron a la prensa occidental, la cual, dijeron, ofendió las sensibilidades musulmanas con la publicación de las caricaturas.
Los dos gobernantes hablaron horas después de que la policía afgana diera muerte a cuatro manifestantes, el miércoles.
Varios manifestantes más resultaron heridos cuando la policía abrió fuego contra una marcha de protesta que se acercaba a una base militar estadounidense, en Qalat, Afganistán.
Organizaciones islámicas en Afganistán e Indonesia, entre otros países, también han llamado a poner fin a las protestas violentas.