El presidente Bush dijo que Estados Unidos está comprometido con una lucha a largo plazo, contra la tiranía en el mundo.
En su discurso anual sobre el estado de la Unión, en el Capitolio norteamericano, el mandatario dijo que su país sigue a la ofensiva contra los terroristas en Iraq, Afganistán y otros lugares problemáticos en todo el mundo.
Ante el Congreso en pleno y otros altos funcionarios, y dos millones de estadounidenses que miraron por televisión, el presidente Bush dijo que los esfuerzos de Estados Unidos en todo el mundo están escribiendo “un nuevo capítulo en la historia del gobierno por el pueblo”.
Como evidencia de esto, el mandatario recordó imágenes de las elecciones en Afganistán e Iraq y otros acontecimientos que llevaron mayor libertad a todo Medio Oriente, “desde El Líbano a Egipto”.
Gran parte del discurso sobre el Estado de la Unión estuvo dirigido a temas internos.
Sus correlegionarios republicanos lo aplaudieron cuando anunció sus planes para mantener la economía estadounidense fuerte y competitiva; el aplauso de sus opositores demócratas fue restringido o inexistente.